Hace una semana que
no se nada de Mark ni del grupo de Silva. Con el paso de los días la añoranza y
el dolor de no saber nada me carcomen lentamente, mas estar con Zyra me hace
olvidar muchas cosas. No tenemos gran cosa en común, ella no sabe la verdad, lo
he comprobado, pero es muy fantasiosa y suele estar con la cabeza en las nubes
así que tengo que contenerme algunas quejas para conectar con ella, aún así nos
llevamos bien.
Convivir con ella es
muy simple, y aunque me sigue molestando que ella cuide de mí, muchas veces
cocino, limpio y hago la compra, lo mejor que puedo ya que en casa no solía
hacerlo, pese a que siempre me ha gustado cocinar, y además de que ayudarla me
hace sentir un poco menos culpable por ocupar su casa, me hace olvidar el dolor
por un rato.
A veces, cuando
estoy sola por alguna u otra razón me vuelvo a encerrar en la ducha a llorar
durante un rato. Lloro de frustración, lloro porqué no entiendo nada pese a que
lo se todo, al menos todo lo que tendría que saber sobre el tema. Lloro por lo
obvio. Incluso lloro porqué hay instantes en los que olvido el dolor y pienso
en que mi madre, mi padre, mis amigos, todos deben estar sufriendo mientras yo
estoy aquí sin hacer nada.
He preguntado por
una biblioteca, pero no hay Existen los archivos electrónicos así que he
empezado a buscar por allí cualquier cosa que tenga que ver con mi madre. Su
nombre, sus apellidos, algo sobre nuestra familia, pero no he encontrado nada.
En ese caso, ¿como han averiguado los que se la han llevado a ella algo sobre
el tema y todo lo que ella sabía? ¿Porqué se la han llevado, querrán evitar que
la gente salga de aquí? En algunos momentos pienso que, a parte de Zyra,
también me gustaría hablar con la mujer que me contó la historia, para poder
hacerle esas preguntas. Lo lógico sería hacérselas a Mark, a quien podría
acceder con más facilidad o a Silva que al ser la más mayor y la líder tal vez
me podría dar más información.
Pero ninguno de los
dos sigue sin gustarme, ella por la primera impresión, por la dureza con la que
me habló y como me miró, tal como si yo fuera alguien que no vale para nada y
él por otras razones bastantes más obvias. Tal y como dije, no confiaré mucho
en la mujer, tampoco, sigue estando en ese extraño grupo, pero me parece la
mejor posibilidad para presentar mis dudas.
De todas formas lo
mejor sería que dejara el tema de lado y me centre en buscar yo misma la forma
de salir de aquí. Lo más lejos que he ido desde ese día, ha sido al
supermercado que está a menos de dos manzanas...
En cuanto Zyra se
marcha, pues ha quedado de nueva con su amiga, yo me siento en frente del
ordenador y busco un plano del lugar en el que estoy. Celebro que me enseñara a
usarlo mejor sin hacer muchas preguntas sobre porqué no se, tal vez en los
centros no tienen, o los menores sin reclamar no tienen permiso para usarlos.
Compruebo que detrás
de los almacenes hay un bosque y al otro lado, justo detrás, un grupo de
montes. Por los costados, la ciudad no limita con nada, simplemente se termina
y ya está, y pienso que quizás por esos lados haya solo cristal. La arena no
aparece por ninguna parte y me pregunto dónde y cuan alejada está.
No se que habrá
detrás de los montes, pero recuerdo que dijeron que sabían que por un lado
estaban las arenas mas no conocían por donde terminaba en él otro costado.
Supongo que detrás del inmenso bosque está la zona esa llena de arena. ¿Un
desierto artificial?
En caso de que esté
hecho para desistir a la gente a que crucen hasta la pared, ¿porqué la
tecnología está tan avanzada aquí dentro? No tendría ningún sentido. Ya casi he
olvidado como eran pero no puedo olvidar que habían tres casas allí fuera y que
ninguna de las tres parecía habitada. ¿Para que servirán? ¿Llevarán allí desde
que se creó la cúpula? En cuanto a ir más allá de los montes, ni siquiera se si
lo han hecho pero hacerlo sería bastante fácil cómo para no hacerlo, y en todo
caso, tendría que ser inmenso para que no le encontraran el final. ¿Y la fisura
que permitió a Mark salir, dónde se creó? ¿Cómo?
Cuanto más investigo
menos me aclaro así que decido cerrar y ponerme a ver la televisión pequeña
sentada en el mullido sofá, pero en nada escucho que abren y cierran la puerta.
Primero pienso que es Zyra pero suele tardar más de dos horas siempre y ni
siquiera hace una que se fue.
— ¡Zyra! — escucho
la voz de Mark y me enervo. Tan tranquila que estaba yo y tiene que venir a
molestar, y aunque está en su derecho ya que es la casa de su hermana, me
gustaría que al menos hubiera llamado.
— No está. — le digo
desde el sofá. No voy a levantarme para hablar con él, y más si eso implica ver
su cara.
— Oh, pero si
tenemos aquí a la cría pesada. Dime, ¿no te sientes mal al abusar de la
amabilidad de mi hermana? — me muerdo la lengua para no empezar a insultarle de
nuevo y me centro en la serie que están dando, pese a que no se de que va. Él
entra y se sienta delante del ordenador. — Mirando mapas, ¿no? ¿Crees que
encontrarás la salida así como así?
— ¿No sabes hablarme
como una persona normal, sin picarme? ¿Te he dicho yo algo? Es increíble lo
inmaduro que eres. — creía que así se iba a molestar pero solo ríe y me saca la
lengua. — No es que parezcas un crío de tres años, es que lo eres, por lo que
estoy viendo.
— Intento tomarme
las cosas con humor — me dice, con una sonrisa de lado a lado.
— Perdón por no
tener ganas de reír. Cualquiera lo haría en mi situación.
— Ya veré como te
sacamos de aquí, no estés tanto a la defensiva.
— ¡No estoy a la
defensiva! — chillo, mientras me lanza una mirada incrédula — ¡Y no es solo
salir de aquí, es mi madre, es que soy incapaz de creer nada de lo que me
decís, es que en fondo me cuesta creer que estoy aquí, para empezar!
— Si no te crees lo
que ves, mal vamos. — es lo único que dice, y su despreocupación me saca de mis
casillas.
— ¡Nunca he creído
en la magia ni en ninguna de estas tonterías! ¿¡No crees que es pedir mucho que
beba de tus manos y crea todo lo que sale de tus labios!?
— No. Es más, nunca
te he pedido eso. Anda, duerme un poco, a ver si te calmas. — se ríe de nuevo y
yo no me levanto solo para no darle la razón, aunque me muero de ganas de
encerrarme en la habitación y no salir de allí hasta que este idiota se haya
ido. Que digo yo, a no ser que le tenga que dar algo, que podría dejar por
aquí, podría hablar con ella por teléfono. O irse y volver cuando ella este. ¿Por
qué es tan molesto?
Siempre quise un
hermano, ya fuese pequeño o mayor, pero viéndolo a él, me alegro de ser hija
única, y mucho. ¡No, no tengo que empezar a pensar en mis padres otra vez! ¿Mi
padre querría un hijo? Bueno, nunca nos hemos llevado mal así que no creo que
le desagrade tener solamente una hija, ¿no? Le hecho mucho de menos. Papá es
matemático y me ha ayudado siempre con
lo que yo no entendía. Esto no tiene nada que ver con números pero...¿podría
resolver el problema? La verdad es que ha sido una verdadera suerte tener los
padres que he tenido. Los dos son muy distintos pero me han ayudado siempre que
lo he necesitado y conozco gente que ha pasado por malas experiencias con sus
padres o que de ninguna manera congenia con ellos, por lo que siento que puedo
estar feliz de llevarme tan bien con ellos. Y de poder decir que los hecho
mucho de menos.
El ambiente está muy
tenso con Mark aquí al lado, intento no llorar delante suyo, para que no sienta
que cualquier palabra que diga puede derrumbarme, pero es muy complicado.
Cuando llega Zyra,
que hoy ha tardado más de la cuenta, parece increíble que él siga aquí
esperando sin hacer nada. Hace un rato ha apagado el ordenador y se ha sentado
en la otra punta del sofá. Yo me he aguantado las ganas de estirarme y darle
algunos golpes, porqué se que eso sería bastante más infantil que sacar la
lengua, y ya es decir.
— ¡Hola! — por
suerte su llegada hace el ambiente menos tenso, aunque cuando repara en su
hermano cambia su cara de alegría por una de sorpresa. — ¿Qué haces aquí? — Al
parecer no esperaba su visita.
— Me han echado otra
vez. — dice y se ríe, pero se nota por su cara que a Zyra no le hace gracia,
pero tampoco está molesta.
— Podrías acordarte
de pagar el alquiler de vez en cuando — le regaña como si de una madre se
tratara y entonces me río sin poder evitarlo al ver su cara sonrojada. Él me
lanza una mirada asesina y yo me río más. Pues mira, al final si que estoy
riendo un poco, aunque con él, exactamente con, no sea. — Pues ahora mismo tu
cama la está usando Susan. — Ahora entiendo porqué hay dos camas. Al parecer
Mark es tan idiota como parece o más.
— ¡Pues que duerma
en el sofá! — dice él, divertido. De cualquier otra persona me lo tomaría como
una broma pero se que lo dice bien en serio.
— Si fueras un
caballero dirías: yo dormiré en el sofá para que ella pueda dormir en la cama.
Es más, voy a imaginar que has dicho eso — dicho eso Zyra me guiña un ojo y
desaparece unos instantes para traer unas sabanas para su hermano. — Espero que
encuentres donde quedarte pronto y que esta vez te acuerdes de pagar las cosas,
¿sí? — él asiente con la cabeza y yo me río de nuevo preguntándome cual de los
dos es el mayor.
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